Da igual en qué punto del camino nos
encontremos, ni qué es lo que estemos haciendo. Deberíamos
detenernos, escucharnos, sólo así se consigue avanzar.
Porque...
“Quien no sabe escucharse, no sabe quererse”.
Yo, proyecto de chiquilla que empieza a envejecer.
Neuronas
que se unen formando pirámides de error.
Ente
en el cual se esconden pluralidades de personalidades en constante tensión.
Orgullosa
y espontánea, aunque no segura; como esa flor duradera de doce a doce, sin
saber si existirá mañana.
Alguien
que debería hacer de los sueños una realidad y de la realidad un sueño.
Espectadora del mundo, incapaz de
encontrar un hábitat en el que no se sienta
extraño, en el cual no duela pensar
que: “Hoy es siempre todavía”.
D.M.
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