Es como estar en un callejón sin
salida a oscuras…
Los segundos, parecen horas, los
minutos eternos y las horas, una vida…, estar así, es un desafío para la
razón.
Un reto no fácil para seguir en pie.
En ocasiones: un sentimiento…, se aferra
en cada órgano corpóreo, sintiendo desesperación sin saber qué nos ocurre: ¿Impotencia?.
Siendo la entendedora leyenda griega,
quien nos pone delante “La espada de Damocles“, ¡colgando por encima de
nuestras cabezas!
Un paralelismo, sin pretensión
comparativa : desplazados de sus hogares, sin techo ni futuro, sin “qashrat
alkhubz” (migaja de pan) que dar a sus pequeños ¡Ni una libra siria!
¿Quién es y donde se encuentra el
enemigo? Es lo que imagino deben pensar los millones de personas... que, en
forma del éxodo más importante de la
historia contemporánea; haciendo bruma en la “intachable” logística europea…
Hasta el momento en que la Tierra deje de temblar y sintamos en el
más recóndito lugar de nuestra alma ¡que no somos nadie!.
Una marioneta en un Universo, que nos
quitó todo…, todo, en un dulce suspiro.
El gentío me sorprende ¡Cuanta serenidad!, en una turbulencia constante…, desde un espacio común, llamado “ Tierra”.
D.M..